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Elmer Mendonza

BIO (3.ª pessoa)

Nació en diciembre de 1949 en Culiacán, Sinaloa, México. Estudió Letras Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Publicó su primer libro de cuentos en 1978 y desde entonces se mantiene activo. En 1999 sorprendió a lectores y críticos con su primera novela, Un asesino solitario, donde consigue mezclar exitosamente el lenguaje callejero del norte de México con el español estándar; además, siguiendo la manera de dialogar de Fernando del Paso y José Saramago, logra una variedad de voces inéditas en la literatura mexicana contemporánea.

Destruye la idea de que la experimentación estilística es imposible en la literatura de aventuras. Con El amante de Janis Joplin (2001), gana el premio José Fuentes Mares a mejor libro publicado. En 2007 se hace acreedor al premio Tusquets de novela, con Balas de plata (2008), la primera con el detective Edgar, el Zurdo, Mendieta. La saga continúa con La prueba del ácido (2010), Nombre de perro (2012), Besar al detective (2015) y Asesinato en el parque Sinaloa (2017). También ha publicado, Efecto tequila (2004) Cóbraselo Caro (2005); los volúmenes de cuentos Firmado con un Klínex (2009) y Trancapalanca (2013). Dos novelas juveniles, El misterio de la orquídea Calavera (2014) y No todos los besos son iguales (2018). Ha publicado teatro: ¿Viste la película de Pink Floyd? (2016) y la obra infantil, El viaje de la tortuga Panza Rosa (2009). Algunos de sus textos breves aparecen en antologías en español e inglés. Parte de su obra ha sido traducida a nueve idiomas. Balas de plata al portugués. Se dice que revolucionó la literatura policiaca mexicana.

Es miembro de El Colegio de Sinaloa y miembro correspondiente de la Academia Mexicana de la Lengua. Ha recibido los reconocimientos: Al Mérito Literario otorgado por el Estado de Durango, a Trayectoria Cultural por la Universidad Autónoma de Sinaloa, Medalla al Mérito Literario por el estado de Chihuahua, Premio Sinaloa de las Artes, por la comunidad cultural de Sinaloa. Reseña novelas en el periódico el Universal de México. Es maestro universitario y un acucioso formador de novelistas; como promotor de lectura dirige la Cruzada por la lectura en Sinaloa, un programa para Educación básica, normalistas y padres de familia. Está casado con Leonor Quijada y vive en su ciudad natal. Tiene tres nietos: Adriana, portuguesa, Lluc, español y Dante, mexicano.

BIO (1.ª pessoa)

Nací un seis de diciembre, a las dos de la tarde.  A los seis días mi madre me dejó con mis abuelos y crecí con ellos en un campo agrícola lleno de fantasía que todos los años era devastado por ciclones que siempre derribaban parte de la casa. A los nueve mi abuela aceptó que volviera con mi madre que de inmediato me inscribió en la escuela primaria. La vida campestre me enseñó algunos valores fundamentales que han normado mi vida: respetar a los otros, ayudar a los demás, cumplir los compromisos, siempre dar lo mejor de sí.

Mi madre vivía en la ciudad de Culiacán, en un barrio bravo y pronto fui parte de la banda que después de la escuela jugaba, peleaba con otras pandillas y trabajaba en lo que cayera. Era la Col Pop, el sitio donde ahora vive mi detective, Edgar, el Zurdo, Mendieta. Durante la escuela secundaria me convertí en lector y escribía. En la preparatoria fui atleta. intentaron becarme para ser olímpico pero lo rechacé. En la Ciudad de México estudié ingeniería electrónica en el IPN y letras hispánicas en la UNAM. Fue cuando me convertí en escritor. Primero publiqué cuatro libros de cuentos, después encontré mi territorio narrativo y elegí ser novelista. Hasta dicen que inventé un sub género. ¡Órale!

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17:00H | O romance criminoso

Programa Literário 2 Dezembro

Pavilhão de Portugal | Conversa

Convidados: Elmer Mendonza / Miguel Miranda

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Os portugueses gostam de se apresentar como um povo de brandos costumes (embora haja o mito de que a nossa história teve como base um caso de violência doméstica entre mãe e filho, rainha e rei). Um povo hospitaleiro e tranquilo. Uma realidade que está por provar mas que acaba por parecer ditar um desinteresse dos escritores pelo policial. Ainda que sejam muitos os leitores de policiais, novelas negras e thrillers, não são muitos os autores a adoptar este género maldito. À semelhança do que acontece nos óscares, onde os dramas parecem ter prioridade sobre as comédias, na literatura o romance policial continua a ser percecionado como um género menor e não há Chandler, Hammet ou Le Carré que o salvem. O que leva um escritor a optar por um género de má fama e como se destrói esse estigma? Um debate intrigante e que exige a utilização das celulazinhas cinzentas. Elementar.